lunes, 25 de octubre de 2010

Un milagro para 33



La frase que recorrió el globo terráqueo y encendió la esperanza
en los corazones del mundo entero. 
  ¡C H I…chi..L E le…Chichichi lelele… los mineros de Chile!!!, con ese cántico tradicional en  la longitudinal tierra del cono sur socorristas, familiares, amigos y autoridades del actual gobierno chileno celebraron la salida de cada uno de los mineros, 32 chilenos y uno boliviano que por poco más de dos meses permanecieron a exactamente 688  metros bajo tierra, en una mina en pleno desierto de Atacama.
El espectacular rescate de los sobrevivientes de una de las más asombrosas tragedias en materia de seguridad y prevención laboral, fue seguido  por el mundo entero, en una trasmisión que superó a la mayor de las audiencias de los partidos del Mundial de fútbol. Pero no fueron sólo los chilenos, los socorristas y los mineros los protagonistas de esta gran hazaña de rescate magistral, que se pudo presenciar el pasado 13 de octubre, sino que el personaje que más fans logró sumar fue, sin lugar a dudas, la Fénix 2, esta increíble cápsula que debió realizar más de 70 viajes hasta el refugio donde se encontraban los trabajadores.
Si bien la alegría, el jolgorio, los vítores, las lágrimas de felicidad y los abrazos de este día quedarán en la memoria de muchos, no es menos cierto que los días que precedieron este memorable momento fueron una dura encrucijada.

La tragedia que recorrió el  mundo
Las primeras imágenes de los mineros, aunque nos alegraron, evidenciaron
la hostilidad del lugar donde se encontraban los 33 hombres.

Fue el 5 de agosto cuando las pantallas de los televisores en millones de hogares en el globo terráqueo se conoció la terrible noticia que empañaba a, por lo menos directamente, 33 familias, pero de manera indirecta a miles de millones que solidarizaron con estos hombres. A pesar de las dimensiones del derrumbe, vale decir que pocos perdieron la fe; tras 17 días de labores ininterrumpidas un milagro ocurrió ilustrado en un rasgado trozo de papel, donde reposaba en letras rojas la frase que quedaría impresa en la historia para la posteridad: “Estamos en el refugio bien los 33”.
De allí en adelante, las maniobras para sacar con vida, sanos y salvos a estos hombres enterrados bajo tierra, hay que decir se convirtieron en un esfuerzo conjunto, en las que trabajaron diversos organismos, empresas de varios países, que lograron mediante un trabajo organizado, dotado de innovadoras y modernas estructuras tecnológicas, que permitieron que la estadía de los mineros tuvieran una permanencia, engorrosa igual, pero un poco menos hostil. En ese sentido, gracias a la planificación y sincronización de equipos, estas sondas que llegaron hasta el refugio, les proporcionaron alimento, medicamento, agua, oxígeno, entre otros insumos, y la posibilidad de intercambiar información, mensajes y demás con sus familiares de estas y amigos.
Dos poderosas máquinas perforadoras resultaron fundamentales en las labores, la Strata 950 del plan A y la Schramm T-130 del plan B trabajaron sin cesar para llegar a los 702 mts de profundidad, ensanchando  a 70 centímetros de diámetro, espacio por el cual salieron las 33 almas el pasado 13 de octubre.

Preparados para lo peor
Impresionante el pulso que tuvieron estos hombres para enfrentar lo peor, apenas se dio el siniestro, los mineros se organizaron, elaborando jornadas, turnos y horarios, se dividieron en tres grupos de 11 personas cada uno, los que se encargan de la distribución de la comida, el mantenimiento de las galerías, la salud y la limpieza. Estas rutinas intercambiaron con rezos colectivos, juegos interactivos y digitales, muchos de ellos recibidos poco después de concretar la entrada de las primeras sondas.
De una manera u otra la actitud de estos hombres durante su permanencia en el refugio, aunque algunos de ellos no tenían mucho tiempo en las labores mineras, da fe de la fortaleza y resistencia humana. Los más experimentados lograron aportar su cuota de confianza, la que sin duda, transfirieron a los otros dándoles tranquilidad en medio de la angustia. Esto fue crucial a la hora de soportar estoicamente una situación, a todas luces, adversa.

Consecuencias para la labor minera
Siendo Chile un país 80 por ciento minero, y a sabiendas de que el mayor número de accidentes se registran en el sector construcción y no el minero, es de suponer que esto se pudo haber previsto. No obstante, quedaron a la luz los vacíos que enfrenta la fiscalización de las actividades de este tipo, por la que logran colarse empresas como la San Esteban, que con subterfugios y artimañas pretenden vulnerar los derechos de los trabajadores mineros.
Las promesas del presidente Piñera parecieran no quedarse en el tintero y en adelante, como él, el ministro Golborne, han comenzado a responder en torno a los ajustes que experimentará la labor minera, pero también a exigir a quienes se enriquecen de la actividad minera faltando a las normas establecidas por ley en el sector. Pareciera que ha llegado la hora para que los responsables comiencen a rendir cuentas ante la justicia, y de ello se encargarán no sólo la justicia chilena, sino los mismos mineros y la colectividad chilena.

Páginas recomendadas
http://sdpnoticias.com/sdp/contenido/2010/10/12/4/1135796
http://www.aminera.com/noticias-2010-mineria/28287-golborne-alista-informe-clave-sobre-accidente-y-rescate-de-mineros-para-comision-de-la-camara.html
http://www.abc.es/20101013/internacional/descripcion-mineros-201010130105.html
http://www.elpais.com/articulo/internacional/Chile/conmueve/mundo/rescate/33/mineros/elpepuint/20101012elpepuint_9/Tes
http://www.youtube.com/watch?v=EvNbMPOhazA
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario